Seguro que aún hay algún rezagado
que no ha escrito la carta de Los Reyes Magos. No os preocupéis porque tras
hablar con el Cartero Real, podemos aseguraros que aún estáis a tiempo de hacer algún encargo de
última hora.
Pero queremos daros algún
consejillo antes de que os lancéis a pedir juguetes, juguetes y chismes
informáticos. Los libros siempre son una gran opción y a sus Majestades los
Reyes, les encanta traer cuentos e historias aunque pesen un poco más.
Tenéis opciones para todos los
gustos. Para los aventureros, para los detectives, para los cocinillas, para
las princesas de la casa, para los reyes del castillo, para los piratas y para
los que les encanta la historia. Para cada uno de vosotros hay un libro que está
esperando a que lo abráis.
No olvidéis mencionarlos en
vuestra carta. Pedid historias, cuentos, cultura, información, instrucciones…. Pedidlo
como queráis, como más os guste. Pero no olvidéis que un buen libro es un buen
regalo.
Podríamos daros mil razones para
convenceros de que incluir un libro en vuestra carta a los reyes es una buena
opción. En vez de eso os dejamos este artículo que hemos encontrado en la web espantapájaros.com
y que explica por qué un libro es un buen regalo. Hace referencia a los gustos
de los más pequeños de la casa, pero creemos que podemos hacerlo extensible a
todas las edades.
¿Por qué los
libros son un buen encargo?
·
Porque a los niños les gustan las
historias. Porque en el fondo, cada vida es una historia. Y al asomarse a las páginas
de un libro, los niños se asoman a la infinidad de historias de la vida de la
gente.
·
Porque los niños son curiosos como
cualquiera de nosotros. Y quieren saber qué piensan otras personas, cómo se
sienten, cómo resuelven sus problemas, cómo se enamoran, por qué lloran y se
ríen, qué sueñan y cuáles son sus pesadillas.
·
Porque los niños no tienen tantos años
de experiencia. Y los libros les "prestan" la experiencia ajena de
quienes han vivido más, para "leerse" en ella.
·
Porque los niños saben que, detrás
de un cuento, vendrán papá o mamá a leerles cada noche. Y saben también que se
quedarán a la orilla de la cama y no se irán a atender sus asuntos adultos ni
apagarán la luz, al menos, hasta que ese cuento se termine. Y por eso siempre
piden que les cuenten otra y otra y otra vez…
·
Porque un libro es como una barca
que conecta dos orillas: día y noche, sueño y vigilia, luz y sombra. Y, en esa
barca, los niños se deslizan lentamente desde el mundo real hacia el mundo de
los sueños.
·
Por un sin número de razones
prácticas que a los niños les tienen sin cuidado, pero que a las mamás sí les
importan. Por ejemplo, los libros no se desbaratan en miles de piecitas
plásticas que hay que recoger por toda la casa, cuando se acaba la fiesta de
cumpleaños. Tampoco necesitan pilas ni tienen complicados mecanismos ni
requieren manuales de instrucciones para armar cuando se van los invitados.
·
Porque no todos los niños ni las
niñas son iguales y por eso hay libros tan distintos. Hay sobre momias,
dinosaurios y reinos lejanos, sobre monstruos y sobre hadas, sobre la vida real
y sobre la vida imaginaria. Unos son para llorar y otros son para reírse, unos
cantan y otros cuentan y otros son como museos: abiertos a todas horas y
durante todos los días de la semana. Hay algunos para leer con el tacto, con
las orejas y con los dientes –como leen los bebes– y hay otros para leer con la
imaginación, con el corazón, con el asombro.
Y porque muchos libros –y eso lo
sabemos los más grandes– permanecen en la memoria, mucho tiempo después de
terminadas las fiestas de cumpleaños. Porque su garantía no expira con el
tiempo, sino todo lo contrario. Porque el rumor de las historias que leímos
cuando éramos pequeños se queda con nosotros, como una música, como una voz,
como un encantamiento... Y nos arma por dentro y nos ayuda a construir casas
imaginarias para refugiarnos y pasar algunas temporadas de la vida, jugando al
reino del "había una vez, hace muchos pero muchísimos años"… Jugando
al reino de la posibilidad, que no se acaba nunca.
Esperamos que a la vuelta nos contéis si habéis tenido
suerte con lo que habéis pedido. Todo dependerá de si habéis sido buenos….
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